Cubierta del libro El retrato de casada, de Maggie O'Farrell

Reseña: El retrato de casada, de Maggie O’Farrell

Una gran novela histórica: El retrato de casada

Decidí leer El retrato de casada, de Maggie O’Farrell, tras quedar maravillada con Hamnet. He de confesar que nunca leo dos libros seguidos del mismo autor, pero esta vez el instinto me empujó a hacer una excepción. Y no es por tirarme flores, pero vaya instinto: El retrato de casada me ha gustado aún más que la historia que me llevó a él.

Maggie O’Farrell nos sumerge en la Florencia del siglo XVI para dar voz a una figura histórica de la que se sabe bien poco: Lucrezia de Médici, casada a los quince años con el duque de Ferrara, Alfonso d’Este, prometido en un principio con su hermana María —fallecida poco antes de la boda—.

Lucrezia de Médici

La novela parte de una premisa fascinante: Lucrezia cree que su esposo planea matarla. Y desde esa sospecha —que cobra cuerpo en las primeras páginas—, la autora reconstruye la historia que lleva a Lucrezia hasta esa encrucijada. Lo hace alternando presente y pasado, pero sin que el lector se desoriente en ningún momento.

Estamos ante un retrato lleno de intimidad y tensión, conducido por un personaje muy potente: Lucrezia es una joven inteligente, aguda, con una sensibilidad que le permite observar lo que otros no ven y un talento creativo que necesita desplegar para seguir respirando. Ya desde niña, entra en conflicto directo con su tiempo y su entorno.

¿Era realmente Lucrezia de Médici tal como O’Farrell la pinta? Puede que no. Se conserva muy poca información histórica sobre su vida. Hay quienes creen que las mujeres de aquella época se resignaban dócilmente al rol que se les asignaba. Pero yo, personalmente, prefiero pensar que dentro de muchas de ellas había una Lucrezia que luchaba por llevarse a los pulmones una bocanada de aire fresco. Y que muchas vivieron, aunque en secreto, historias fascinantes.

La voz de Maggie O'Farrell

Me alegra comprobar que la voz de O’Farrell —que descubrí en Hamnet— impregna también esta maravillosa novela. Tiene un estilo que atrapa al instante. Sencillo (no le sobra una sola página), pero sensorial. Crea una atmósfera que te hace sentir bajo las palmas de las manos las gruesas paredes del castello o los bordados de los vestidos. Y al mismo tiempo dota a sus personajes de ambigüedades inquietantes y construye suspense con una prosa que roza la magia.

Un tema: La muerte de la infancia

Uno de los temas que más me ha calado de la novela es el destierro, la muerte precoz de la infancia. La autora logra, con aparente sencillez, meterte bajo la piel de una niña cruelmente arrancada de su mundo y lanzada a una vida que no dejará de maltratarla. Lucrezia tendrá que luchar contra viento y marea para no desfallecer. Todos esperan de ella que encarne el ideal de belleza y contención de la mujer renacentista. Y, sobre todo, esperan un heredero.

Veredicto

No dudo ni un segundo en darle cinco estrellas a esta novela. ¿Por qué? Porque me ha tenido atrapada, deseando volver a sus páginas, y porque la he disfrutado como pocas. Además, ha hecho crecer mi fascinación por la autora.

Y el final… ¡qué final!

Si ya la has leído, cuéntame qué te pareció.

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2 comentarios sobre “Reseña: El retrato de casada, de Maggie O’Farrell

  1. Responder
    Antonio Pozo Garcia - 27 de agosto de 2025

    Es una novela maravillosa, Patricia

    1. Responder
      Patricia Díaz - 27 de agosto de 2025

      ¡Opino lo mismo!

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