Arquetipos en la literatura. Patricia Díaz Vidal. Imagen épica de dos manos agarrando una espada

Arquetipos en la literatura

Si has leído muchas novelas (y si estás aquí, probablemente sí), seguro que te ha pasado: un personaje te recuerda a otro, una historia te suena familiar, un giro narrativo parece sacado de otro libro… Y, sin embargo, sigues leyendo con gusto. ¿Por qué? La respuesta puede estar en los arquetipos.

¿Qué es un arquetipo?

En términos literarios, un arquetipo es un modelo universal, un patrón que se repite en distintas culturas, épocas y géneros. No se trata de copiar, sino de recurrir a estructuras narrativas profundas que conectan con algo muy humano. Carl Jung, que fue quien popularizó el concepto, hablaba de imágenes primordiales que habitan en el inconsciente colectivo: el héroe, la madre, el sabio, la sombra...

La literatura los ha utilizado desde siempre, porque funcionan. Y no solo en novelas: los encontramos en el cine, los videojuegos, la mitología y hasta en la publicidad.

Tipos de arquetipos

Existen arquetipos de personajes, de trama y de conflicto. Todos ellos funcionan como estructuras profundas que nos resultan familiares, incluso cuando las historias son completamente nuevas.

  • Los arquetipos de personajes son roles que reconocemos fácilmente: el héroe, el mentor, el villano, el sabio, el amante, etc.
  • Los arquetipos de trama son patrones narrativos que se repiten con variaciones. Por ejemplo: “el viaje del héroe”, “de la pobreza a la riqueza”, “la venganza”, “el sacrificio redentor” o “la búsqueda”.
  • También se puede hablar de arquetipos de conflicto, como el enfrentamiento entre el individuo y la sociedad, el hombre contra la naturaleza, el ser humano contra sí mismo, o el bien contra el mal.

En una misma trama generalmente habrá varios arquetipos que se combinan entre sí. De la misma forma, un personaje puede ser la combinación de varios arquetipos. Lo interesante es cómo se reinterpretan o se adaptan a distintos escenarios, géneros o épocas. Cómo, al combinarlos entre sí, dan lugar a historias completamente originales, y cómo nos siguen emocionando, aunque creamos haberlos leído mil veces.

¿Por qué funcionan?

Porque vemos algo familiar en ellos. Nos permiten entender de forma rápida a un personaje o la dirección de una historia. Reconocemos rápidamente al mentor (Gandalf o Dumbledore), al héroe (Frodo o Harry Potter) o al antihéroe (Macbeth o Walter White).

Los arquetipos crean un marco de referencia que el lector capta casi sin darse cuenta. Es como hablar un idioma común que permite concentrarse no solo en lo que se cuenta, sino en cómo se cuenta.

¿Y si ya se ha contado todo?

Una de las preguntas más frecuentes entre quienes escriben o leen mucho es: ¿no está todo ya inventado?

La clave está en cómo se reinterpreta el arquetipo. Dos historias con el mismo arquetipo pueden ser totalmente distintas si cambian el contexto, el enfoque, el estilo, el escenario o si se combina con otros arquetipos. Hamlet y Simba tienen puntos en común, pero nadie los confunde.

Un mismo arquetipo puede ser trágico o cómico, estar en un mundo imaginario o ser realista. Puede subvertirse (el héroe que no quiere salvar a nadie), mezclarse con otros (el mentor que resulta ser la sombra) o esconderse hasta el final.

¿Aburren los arquetipos?

No. Lo que aburre es la falta de profundidad, la repetición sin intención, la copia sin alma. Un arquetipo bien trabajado sigue siendo potente, porque habla de lo que somos. De nuestras dudas, nuestros deseos, nuestros miedos y nuestras búsquedas. Resuena con algo que llevamos dentro.

Ejemplos

Hay centenares de arquetipos, pero os dejo algunos ejemplos que os resultarán muy familiares.

Algunos arquetipos de personajes

  • El héroe: El protagonista que emprende una aventura, supera obstáculos y se transforma. Ej.: Katniss o Luke Skywalker.
  • El antihéroe: Personaje complejo y moralmente ambiguo que, aunque tiene rasgos heroicos, también exhibe defectos, motivaciones egoístas o métodos cuestionables. Ej.: House.
  • El mentor: Guía al héroe con su sabiduría. Ej.: Yoda.
  • El embaucador: Crea caos, a veces por humor, a veces por egoísmo. Ej.: Jack Sparrow o Tyrion Lannister.
  • El sabio: Busca el conocimiento, la verdad y la comprensión profunda del mundo. Puede ser mentor, o no serlo. Ej.: Sherlock Holmes.
  • El guardián del umbral: Representa los obstáculos que ponen a prueba al héroe antes de avanzar. Ej.: El Sr. Filch (Harry Potter).
  • La sombra: El antagonista, o el lado oscuro del héroe. Puede ser un villano o una parte reprimida del protagonista. Ej.: Lord Voldemort, Darth Vader, Sauron.
  • La madre: Proporciona cuidado, guía (madre que nutre): Ej.: Molly Weasley (Harry Potter). O madre que destruye, manipula y sobreprotege (madre oscura): Ej.: Cersei Lannister.
  • El amante: Mueve la historia por deseo o pasión. Ej: Romeo o Noah (El diario de Noah).
Arquetipos en la literatura. Patricia Díaz Vidal. Imagen de Frodo Bolsón

Algunos arquetipos de trama:

  • El viaje del héroe: Un personaje común se enfrenta a pruebas y vuelve transformado. Ej.: El Señor de los Anillos, La Odisea, Star Wars.
  • De la pobreza a la riqueza: El protagonista asciende social o espiritualmente. Ej.: Cenicienta, El Conde de Montecristo.
  • La búsqueda: Un grupo o individuo busca algo (objeto, persona, conocimiento). Ej.: Indiana Jones o La historia interminable.
  • De enemigos a amantes: Dos personajes que comienzan en conflicto y acaban enamorados. Ej.: Orgullo y prejuicio.
  • Amantes destinados pero imposibles: Ej.: Romeo y Julieta o Los puentes de Madison.
  • Venganza: El protagonista busca justicia o venganza personal. Ej.: El Conde de Montecristo, Hamlet, Carrie.
  • La tragedia del orgullo: El personaje cae por su arrogancia. Ej.: Macbeth.
  • El sacrificio redentor: El protagonista entrega algo (a menudo su vida) para salvar a otros. Ej.: Harry Potter y las reliquias de la muerte.

Algunos arquetipos de conflicto:

  • Persona contra persona: El conflicto central es entre individuos. Ej.: Sherlock Holmes vs. Moriarty, Harry Potter vs. Voldemort.
  • Persona contra sí misma: El conflicto es interno, moral, emocional o psicológico. Ej.: Hamlet, El club de la lucha, El retrato de Dorian Gray.
  • Persona contra sociedad: El personaje se enfrenta a normas, sistemas o injusticias. Ej.: 1984, Los juegos del hambre, El cuento de la criada.
  • Persona contra naturaleza: El conflicto se da contra elementos naturales o el entorno. Ej.: El viejo y el mar, El náufrago, Vida de Pi.
  • Persona contra lo sobrenatural: El personaje enfrenta fuerzas fuera del entendimiento humano. Ej.: Drácula, It, El exorcista.

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2 comentarios sobre “Arquetipos en la literatura

  1. Responder
    Abel Barrios "Séptymus" - 20 de abril de 2025

    Excelente!

    Felicidades y gracias por compartir.

    1. Responder
      Patricia Díaz - 22 de abril de 2025

      Gracias a ti por leer. ¡Un abrazo!

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